Liderazgo
Juan Carlos Cisneros
PASTOR
Rev.Carlos Cisneros
DIRECTOR DE alabanzas
Maria Cisneros
LÍDER de damas
secretario
Jose Hernando Guarin
tesorero
Melvin Lima
SANTIDAD
La santidad es extremadamente importante para nuestro Dios. De hecho, la santidad es uno de los atributos más destacados de Dios, y Él nos llama a vivir una vida santa, reflejando Su pureza y carácter en todo lo que hacemos.
- ¿Qué es la Santidad?
Separación para Dios: Santidad significa ser apartado para Dios, vivir una vida que está dedicada a Él y que se diferencia del pecado y la corrupción del mundo.
Pureza moral y espiritual: Es vivir en pureza, rectitud y en obediencia a la voluntad de Dios. Levítico 11:44 dice: “Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros, por tanto, os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo.”
- Dios es Santo
Dios es absolutamente santo: La Biblia nos enseña que la santidad es una característica esencial de Dios. En Isaías 6:3, los ángeles claman: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.” Esto nos muestra que la santidad es fundamental para el carácter de Dios.
Sin mancha ni pecado: Dios es completamente puro y sin pecado. 1 Juan 1:5 dice: “Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.”
- El Llamado a la Santidad para Sus Hijos
Un llamado a ser diferentes: Como hijos de Dios, estamos llamados a reflejar Su santidad en nuestras vidas. 1 Pedro 1:15-16 nos exhorta: “Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”
Un estilo de vida consagrado: La santidad no es solo una condición externa, sino una transformación interna que afecta nuestras acciones, pensamientos y palabras. Dios quiere que nuestras vidas sean un testimonio vivo de Su santidad.
- Santidad a Través de la Obediencia
Obediencia a la Palabra de Dios: Ser santo implica obedecer los mandamientos de Dios. Juan 14:15 dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Cuando obedecemos a Dios, demostramos nuestro amor y respeto por Su santidad.
Viviendo en integridad: La santidad se refleja en una vida de integridad y rectitud. No solo somos llamados a evitar el pecado, sino a hacer lo que es correcto y justo en los ojos de Dios.
- La Santidad es un Proceso de Transformación
Santificación por el Espíritu Santo: Aunque hemos sido declarados santos a través de la obra redentora de Cristo, la santificación es un proceso continuo. 2 Corintios 7:1 nos exhorta: “Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”
Renovación diaria: Somos llamados a renovarnos diariamente por medio de la Palabra de Dios y la oración. Romanos 12:2 nos dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
- Santidad y Nuestra Relación con Dios
Acceso a la presencia de Dios: Solo aquellos que viven en santidad pueden tener una relación íntima con Dios. Salmo 24:3-4 pregunta: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón.”
Viviendo como templo del Espíritu Santo: 1 Corintios 6:19-20 nos recuerda que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, y por lo tanto, debemos honrar a Dios con nuestras vidas.
“Seguid La Paz Con Todos, Y La Santidad, Sin La Cual Nadie Verá Al Señor”
(Hebreos 12:14).
LA SANTIDAD ES ESENCIAL PARA LA SALVACION PORQUE SIN SANTIDAD NADIE VERA AL SEÑOR
Juan 3:3, 5 En verdad, en verdad os digo que el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios”. “En verdad, en verdad os digo, que el que no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”.
Nuestra misión
Enseñar a los niños
- Los Niños como Herencia del Señor
Dios considera a los niños como un regalo precioso. Salmo 127:3 dice: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.” Esto nos muestra que los niños no solo son una bendición, sino también una responsabilidad sagrada. Al nutrir sus corazones con el evangelio, estamos cultivando una herencia espiritual que perdurará.
- La Urgencia de Invertir en los Niños
Formación temprana: Los estudios demuestran que la mayoría de las creencias fundamentales se forman antes de los 13 años. Es vital que la enseñanza cristiana comience desde temprana edad, para que sus corazones y mentes sean moldeados por la Palabra de Dios.
Protección espiritual: En un mundo cada vez más secularizado, los niños enfrentan influencias que pueden alejarlos de Dios. Al enseñarles la verdad del evangelio, les damos herramientas para resistir las tentaciones y falsas enseñanzas.
Estudiar la Biblia
Estudiar la Biblia es fundamental para nuestras vidas porque nos guía, fortalece y transforma. A través de ella, Dios nos habla, nos enseña Su voluntad, y nos muestra el camino para vivir una vida plena y significativa.
- La Biblia es la Palabra de Dios
Inspiración divina: La Biblia no es solo un libro común; es la Palabra viva de Dios. 2 Timoteo 3:16-17 nos dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Voz de Dios: A través de sus páginas, Dios nos habla personalmente, revelando Su carácter, Sus promesas y Su amor por nosotros.
- La Biblia Nos Da Sabiduría y Dirección
Guía en la vida: La Biblia es una lámpara que ilumina nuestro camino. Salmo 119:105 dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.” Estudiar la Biblia nos ayuda a tomar decisiones sabias y nos dirige hacia el propósito que Dios tiene para nuestras vidas.
Consejo para cada situación: No importa lo que estemos enfrentando, la Biblia tiene principios y enseñanzas que nos pueden ayudar a superar cualquier desafío.
- Fortalece Nuestra Fe y Nuestra Relación con Dios
Conocer a Dios: A medida que leemos y estudiamos la Biblia, conocemos más profundamente quién es Dios, Su amor, Su poder y Su fidelidad. Esto nos lleva a confiar más en Él.
Fortalece la fe: Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Al estudiar la Biblia, nuestra fe crece y se fortalece, dándonos la confianza para enfrentar las pruebas y dificultades de la vida.
- Transforma Nuestras Vidas
Renueva nuestra mente: La Biblia tiene el poder de transformar nuestros pensamientos y actitudes. Romanos 12:2 nos exhorta a no conformarnos a este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestra mente.
Viviendo en santidad: Al estudiar y aplicar la Palabra de Dios, nuestras vidas comienzan a reflejar Su carácter y nos ayuda a vivir en santidad y obediencia.
- Nos Protege del Pecado y la Tentación
Arma espiritual: La Biblia es nuestra espada espiritual contra las tentaciones. Efesios 6:17 la llama “la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.” Al conocer y memorizar las Escrituras, podemos resistir las tentaciones, tal como lo hizo Jesús cuando fue tentado por Satanás en el desierto (Mateo 4:1-11).
Purificación del corazón: Salmo 119:11 dice: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.” Estudiar la Biblia nos ayuda a vivir una vida pura y recta delante de Dios.
- Provee Consuelo y Esperanza
Aliento en tiempos difíciles: La Biblia está llena de promesas que nos consuelan y nos dan esperanza en medio
Ayudar a los necesitados
Ayudar a quienes lo necesitan es una parte fundamental del llamado que Dios nos hace como creyentes. La Biblia nos enseña claramente que mostrar compasión, amor y servicio a los demás no solo refleja el corazón de Dios, sino que también es una demostración práctica de nuestra fe.
- Dios Nos Llama a Amar a Nuestro Prójimo
El mandamiento más grande: Jesús resumió toda la Ley en dos mandamientos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (Marcos 12:30-31).
Amor en acción: Nuestro amor por Dios se demuestra en cómo tratamos a los demás. 1 Juan 3:17 dice: “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano en necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”
- Jesús como el Ejemplo Supremo de Servicio
El ministerio de Jesús: Durante Su tiempo en la tierra, Jesús pasó gran parte de Su ministerio sirviendo a los necesitados, sanando a los enfermos, alimentando a los hambrientos y cuidando a los marginados.
Siervo de todos: Jesús nos enseñó que el verdadero liderazgo es servir a los demás. En Mateo 20:28, Él dijo: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.”
- Ayudar a los Necesitados es un Mandato Bíblico
Dar a los pobres: Proverbios 19:17 nos recuerda: “A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.” Dios ve y recompensa la generosidad hacia los necesitados.
Parábola del buen samaritano: En Lucas 10:25-37, Jesús
EL ESPÍRITU SANTO NOS SANTIFICA
1 Juan 2:27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
Efesios 4:11-12 Y Él Mismo Constituyó A Unos, Apóstoles; A Otros, Profetas; A Otros, Evangelistas; A Otros, Pastores Y Maestros, 12 A Fin De Capacitar A Los Santos Para La Obra Del Ministerio, Para La Edificación Del Cuerpo De Cristo.