El propósito central de nuestra iglesia es adorar a Dios. Todo lo que hacemos como comunidad de creyentes debe girar en torno a la adoración sincera y genuina al Señor, reconociendo Su grandeza, bondad y amor infinito.
Adoración en espíritu y en verdad: Jesús nos enseñó que Dios busca adoradores que lo adoren en espíritu y en verdad. Juan 4:23-24 dice: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”
Reconocer quién es Dios: Adorar es más que cantar canciones o asistir a un servicio; es reconocer la santidad, poder, y majestad de Dios. Es una actitud del corazón que exalta a Dios por encima de todo.
Escucha, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
(Deuteronomio 6:4)
Como iglesia, creemos firmemente en un solo Dios verdadero, que es eterno, soberano y digno de toda adoración. Esta creencia se basa en las enseñanzas claras de la Biblia y es un pilar fundamental de nuestra fe cristiana.
La Unicidad de Dios
Un solo Dios en toda la creación: La Escritura enseña que hay un solo Dios que creó y sostiene todo el universo. Deuteronomio 6:4 proclama: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.” Este versículo, conocido como el Shema, es una declaración fundamental de la fe monoteísta, afirmando que Dios es único.
No hay otro fuera de Él: Dios mismo declara Su unicidad en Isaías 45:5: “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí.” Esto significa que no hay otros dioses que compitan con Él; Él es el único digno de nuestra adoración y devoción.
Compartir el evangelio en todas las ciudades vecinas y alcanzar almas para Dios y ayudar a las personas necesitadas de nuestra comunidad a salir de esa vida en la que se han refugiado donde solo han encontrado sufrimiento y dolor.
Sólo Dios da vida y esperanza.
Clama a mí, y yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jeremías 33:3)
Lo que es importante para Dios debe ser también lo más importante para nosotros, como Su pueblo. Dios tiene principios, valores y mandamientos que reflejan lo que Él considera esencial para nuestra vida, y como creyentes, debemos alinearnos con esos principios. Aquí hay algunos aspectos que son importantes tanto para Dios como para nosotros:
Para Dios: El amor es fundamental en la naturaleza de Dios y en Sus mandamientos. Dios es amor, y Su mayor mandamiento es que Le amemos a Él y a los demás. Mateo 22:37-39 dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente… Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” El amor es la base de toda la ley y los profetas.
Para nosotros: El amor hacia Dios y hacia nuestro prójimo debe ser nuestra motivación central en todo lo que hacemos. Cuando amamos a Dios, obedecemos Sus mandamientos, y cuando amamos a los demás, reflejamos Su corazón en nuestras acciones.
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La Iglesia Pentecostal Unida se formó en 1945 por la unión de las Asambleas Pentecostales de Jesucristo y la Iglesia Pentecostal Incorporada (antes Alianza Ministerial Pentecostal).
Escucha, Israel: Jehová Nuestro Dios, Jehová Uno Es. 5 Amarás Al Señor Tu Dios Con Todo Tu Corazón, Con Toda Tu Alma Y Con Todas Tus Fuerzas.
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